La dieta crudivegana, que también recibe nombres como los de comida viva o “raw”, destaca por sus ingredientes, todo tipo de alimentos vegetales que deben ingerirse en su estado natural.
Eso quiere decir que no son cocinados y que se incluyen desde frutas y verduras hasta frutos secos y semillas. Las chufas, una planta que produce un tubérculo comestible, también constituye un alimento muy valioso si se sigue este tipo de dieta relacionada con la vida sana.
Las chufas en una vida saludable
Las chufas son una estupenda opción en toda dieta crudivegana al ser una gran fuente de nutrientes. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Las vitaminas C y E.
- Fósforo.
- Potasio.
- Calcio.
- Potasio.
- Hierro.
- Proteínas.
Además, carecen de grasas saturadas, por lo que son muy buenas para dietas que buscan acabar con el colesterol y todos los problemas que de él se derivan, como la hipertensión. También es un alimento muy recomendable para todas aquellas personas que sufren de diabetes. Además, tienen mucha fibra y resultan beneficiosas para prevenir enfermedades del corazón.
Una gran variedad de productos
La chufa tiene numerosos usos, desde la propia chufa a la chufa pelada, pasando por la harina, la horchata y el aceite. Incluso en los últimos tiempos se han creado con chufa cervezas artesanas y ecológicas, además del turrón y del chocolate. Son numerosas las posibilidades, tal y como recoge un artículo del suplemento gastronómico de El País, en el que se enumeran productos inimaginables tiempo atrás.
La chufa ha ido, poco a poco, dejando de lado de ser desconocida o de ser considerada ingrediente exclusivo de la Comunidad Valenciana. Cada vez más personas la incluyen en sus dietas, sobre todo aquellas que optan por un estilo de vida saludable, cercano o no al crudiveganismo. Los beneficios en la salud se hacen notar desde el primer día gracias a sus propiedades.