Para conseguir horchata se debe procesar la chufa. Esto exige su cosecha y recolección. ¿Cómo es el cultivo de la chufa?
¿Cómo y cuándo se cultiva la chufa?
El cultivo de la chufa es hoy una actividad perfeccionada para conseguir la máxima calidad y cantidad de producto, con el objetivo de facilitar una buena alimentación y una vida sana. Se realiza en dos fases.
Cultivo y recolección
- Preparación del terreno y plantación. La chufa crece bien en suelo arenoso. Este se rotura y limpia para dejarlo suelto, esponjoso y aireado, no compactado. La plantación se realiza entre los meses de abril y mayo.
- Crecimiento y recolección. La planta crece hasta septiembre. Entre septiembre y octubre se seca en el campo. No puede recolectarse antes de que esté totalmente agostada, algo que ocurre entre noviembre y diciembre. La recolección se alarga hasta marzo del año siguiente, y se hace con una máquina cosechadora que arranca las matas y separa la tierra de las chufas.
Preparación de la chufa
- Lavado. La chufa se lava con agua en unos bombos, para eliminar tierra, piedrecillas, tallos, hojas y raíces.
- Secado. El tubérculo fresco debe desecarse. La chufa lavada se extiende en superficies de secado durante unos tres meses. Allí se controla la temperatura y se remueven una o dos veces al día, para que la deshidratación sea uniforme.
- Selección. Una vez desecadas (hasta un 10-11 % de humedad), se seleccionan las mejores chufas y se empaquetan.
Listas para consumir
Con el empaquetado la chufa ya puede ser utilizada en otros procesos. El cultivo vuelve a empezar, y así año tras año. Desde el Antiguo Egipto hasta una cafetería del siglo XXI, la chufa ha hecho un largo viaje en el tiempo pero no tanto en el espacio: sigue siendo totalmente mediterránea. Un producto de cultivo y consumo muy tradicional para una vida saludable moderna.