Para quien está buscando un alimento nutritivo, con alto contenido en fibra y muy saludable, que tenga alguna intolerancia y necesite, por ejemplo, productos sin gluten, resulta imprescindible conocer frutos como la chufa. Esta se cultiva en varios lugares, tanto en España como en el extranjero y, aunque es en Valencia donde tiene un mayor reconocimiento, no es ni mucho menos el único sitio de España en el que se puede disfrutar de este alimento saludable, fuente de magnesio, potasio y proteínas.
NUTRIENTES DE LA CHUFA
La chufa es muy rica en vitaminas C y E, así como en minerales como el calcio, el hierro, el fósforo y, como ya se ha mencionado antes, el potasio y el magnesio. También cuenta con antioxidantes y enzimas que favorecen la digestión y, además, es una buena manera de controlar los niveles altos de colesterol negativo.
Tanto los niños como los ancianos pueden tomar este delicioso producto, pues les ayudará a mantener la hidratación por su alto contenido en agua y nutrientes. Los diabéticos también tienen recomendado su consumo, pues contiene sacarosa. Y hasta los veganos encuentran en ellas una excelente fuente de proteína no animal, lo que complementa a la perfección ensaladas y algunas otras recetas.
El compuesto más elevado de estas proteínas es la arginina. Su composición de ácidos grasos es sumamente elevada. De hecho, tiene un porcentaje bastante similar al del aceite de oliva y parecido al de algunos frutos secos, lo que la convierte en una gran aliada para quienes luchan contra problemas de colesterol alto o arteriosclerosis. Estos datos están ampliamente avalados por varios estudios médicos. Su alta cantidad de fibra (alrededor de un 24%), es tanto soluble como no soluble.
Las chufas se podrían considerar como un súper alimento, pues aporta una gran cantidad de nutrientes plásticos (aminoácidos), reguladores (minerales y vitaminas) y energéticos (grasas y carbohidratos). Unos 100 gramos de chufas tienen alrededor de 360 calorías, aunque su alto poder saciante hace que comer un puñado sea suficiente. Una cuarta parte de ellas es agua cuando están recién recogidas, cantidad que va disminuyendo a medida que pasa el tiempo hasta llegar a un 10% pasado un año, aunque el resto de sus nutrientes aumenta a medida que se pierde esta agua.
CARACTERÍSTICAS DE LA CHUFA
El fruto conocido como chufa es en realidad una raíz, un tubérculo de pequeño tamaño que se obtiene de una planta de hojas verdes alargadas que se plantan en primavera y se recogen en invierno. Parece ser que el origen de esta planta es el oeste de África, lugar en el que también se encuentran cultivos. Se han descubierto restos de este alimento saludable en vasijas egipcias, por lo que se reconoce como una de las primeras plantas cultivadas para consumo humano hace más de cuatro mil años.
Aunque la más común es la chufa alargada y un poco redonda, lo cierto es que hay diferentes formas y tamaños. Eso sí, el color siempre es terroso.
RELACIÓN DE LAS CHUFAS CON LA SALUD
La chufa está indicada para cualquier tipo de dieta, ya que basta solamente con una ración de 30 gramos diarios como complemento a la ingesta de otros alimentos, por ejemplo frutas y otras fuentes de proteína no animal.
Al no contener gluten, los celíacos pueden consumirla sin problemas. También pueden tomarla intolerantes a la lactosa y personas que no pueden tomar frutas por tener una sensibilidad a sus azúcares, y alérgicos a la miel.
Su alto contenido en polifenoles y su poder antioxidante la convierte en un alimento perfecto para la prevención de determinados problemas óseos y algunos casos de cáncer, mejorar el sistema inmunitario y luchar contra virus y bacterias.
También es útil para problemas diarréicos por sus almidones y funciona como desinfectante de la garganta en casos de úlceras abiertas y heridas.
Las mujeres lactantes también tienen altamente recomendado el consumo de este pequeño tubérculo, pues la prolactina es estimulada por la arginina que contiene.
RECOLECCIÓN DE LAS CHUFAS
Los recolectores de chufas realizan su trabajo con gran esmero, siempre vigilando que se recojan en su mejor estado. Tras la recogida, el fruto se lleva a un lavadero para someterse a un proceso de lavado, secado, limpieza y clasificación.
LA CHUFA, MUCHO MÁS QUE UNA BEBIDA
Tomar las chufas en forma de bebida solamente es un error, pues su alto contenido nutricional las hace perfectas para una alimentación completa. Muchos platos exquisitos se pueden ver beneficiados de manera muy grata incluyendo un puñado de chufas. De hecho, cada vez son más los expertos en gastronomía y nutrición que las incluyen como uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea.
La harina que se obtiene de la chufa se emplea hoy en la elaboración de distintos tipos de panes, y hasta en la industria cosmética se utiliza el aceite de chufa.
Las presas de caza mayor como los ciervos y otros animales como los pavos reales y los faisanes, se sienten sumamente atraídos, por lo que los cazadores también le están dando uso con mucho éxito.
Como se puede apreciar a la luz de esta información, la chufa es mucho más que una simple y pequeña raíz. Es una gran fuente de potasio, un alimento muy versátil y completo, adecuado para todo tipo de dietas y estilos de alimentación. Tanto si es para dar de comer a los niños y potenciar su sistema inmune como si es para ayudar a los ancianos a tomar una gran fuente de fibra, pasando por personas con intolerancias graves y aquellas que no consumen ningún tipo de producto de origen animal, las chufas son las aliadas perfectas para una buena alimentación.
Es recomendable incluir chufas en la alimentación y no se tardará en notar sus muchos efectos beneficiosos sobre la salud. Mejora el tránsito intestinal, se tienen menos problemas en la garganta, una piel más tersa y bien hidratada, además de muchos otros efectos que seguramente no se piensa que se pueda conseguir con unos tubérculos que tienen una apariencia tan humilde. Es interesante usarlas en la elaboración de cremas, ensaladas y preparaciones frías o calientes, tanto dulces como saladas.