Las indisposiciones en el tracto intestinal son cada vez más frecuentes entre una buena parte de la población. Se manifiestan a través de síntomas variados como sensación de molestia y de aire en el estómago, calambres estomacales, retorcijones, gases y necesidad de acudir al baño con frecuencia, entre otras. Las causas son muy variadas desde el estrés, el comer muy rápido, y, sobre todo, seguir una dieta no muy variada abundante en carbohidratos.
Por suerte, podemos contar con varios métodos para combatir las diferentes indisposiciones del tracto intestinal, en función de lo fuertes que estas lleguen a ser: podemos necesitar acudir al médico para que nos recete medicamentos (protectores de estómago, antiácidos, etc), utilizar remedios caseros tradicionales (como las infusiones de manzanilla) o decantarnos por la ayuda de determinados alimentos que contribuyen a la salud digestiva como pueden ser las chufas.
Una buena digestión es importante
Son muchas las personas que desdeñan o no consideran la importancia de la alimentación en el estado de salud de su organismo. Olvidan que a través de los alimentos es como adquirimos los nutrientes, las vitaminas, los minerales y la fibra que hacen que nuestro cuerpo se mantenga vivo y funcione con normalidad. Todos los alimentos que nos llevamos a la boca a lo largo del día siguen un proceso de descomposición en el sistema digestivo. Se transforman así en los diferentes elementos que dan energía y nutren a nuestro cuerpo. Una digestión saludable es fundamental para que los diversos nutrientes se transporten a través del torrente sanguíneo y proporcionen al cuerpo la energía vital que necesita.
Así funciona la digestión en el cuerpo
El proceso de la digestión comienza en el mismo momento en el que introducimos un alimento en la boca. Al masticar los alimentos los mezclamos con la saliva que los empieza a descomponer y este es el primer paso de la digestión. Los alimentos van tomando la forma de un bolo que se desliza por el esófago a través de los movimientos peristálticos hasta llegar al estómago.
Aquí, el bolo se mezcla con los jugos gástricos, formados por las encimas digestivas, el ácido clorhídrico y el moco. Esto consigue que se dividan las proteínas. Los alimentos permanecen unas cuatro horas en el estómago antes del pasar al intestino delgado. Una vez en él, se mezclan con las secreciones digestivas del páncreas y de la vesícula biliar. Se logra así que las grasas se disuelvan y que las proteínas y los carbohidratos terminen de descomponerse.
Las sustancias que le resultan útiles al cuerpo, atraviesan la membrana del intestino delgado para pasar al torrente sanguíneo que las derivará a las zonas donde son más necesarias.
Las sustancias que no se pueden digerir se trasladan al intestino grueso para su expulsión. Todo este proceso digestivo tiene una duración aproximada de seis horas. La expulsión de los deshechos puede demorarse otras siete horas aproximadamente.
Una digestión saludable implica que por lo general se pueda ir sin dificultad al baño todos los días. Sin embargo, hay personas que precisan ir al baño inmediatamente después de comer, y suelen tener diarrea. También puede darse la versión contraría, es decir, el estreñimiento que impide ir al baño con normalidad. En ambos casos la causa más frecuente suele ser el mantenimiento de una dieta incorrecta.
¿Pueden las chufas ayudar en la digestión?
Las chufas son un alimento muy completo. Son un tubérculo y su mayor zona de cultivo es el Levante español. Las chufas contienen fibra, carbohidratos, vitaminas entre las que destacan la C y la E, minerales y grasas insaturadas principalmente el Omega 9.
Pueden contribuir a mantener una digestión saludable siempre y cuando estén vinculadas a una dieta equilibrada. El cuerpo precisa fibras y vitaminas para estimular la digestión. Las chufas son un alimento dulce aunque estén libres de lactosa y de gluten (productos que pueden irritar el intestino) y contienen un 26 por ciento de fibra, un 14 por ciento de la cual no es soluble. Esto es positivo para la digestión porque contribuyen a que nos sintamos saciados antes.
El consumo de la chufa o de su derivado la horchata puede ser muy beneficioso para la digestión, ya que contiene enzimas, almidón y aminoácidos que favorecen la desaparición de los gases y contribuyen al tránsito intestinal.
Por otro lado, la proteína presente en la chufa es fácilmente digerible y es fuente de energía
Chufas para la diarrea
Hay varias razones por las que la gente sufre de diarrea. Esto puede ser un estómago sensible, estrés, efectos secundarios de medicamentos o una dieta equivocada. Esta última es la causa más común de diarrea. Si el cuerpo carece de vitaminas y fibra importantes, el alimento no se digiere adecuadamente, lo que provoca diarrea. La chufa favorece la digestión con valiosos nutrientes ayudando a evitar la aparición de la diarrea.
Chufas para el estreñimiento
El estrés, varias enfermedades o una dieta poco saludable también pueden causar estreñimiento. En este caso, la digestión se detiene, el intestino no funciona de forma correcta. La persona afectada no puede ir al baño, aunque el estómago y los intestinos están bien llenos. La chufa estimula la digestión con sus importantes fibras alimenticias evitando el temido estreñimiento
¿Qué más se puede hacer para tener una buena digestión?
Como hemos visto tener una buena digestión es muy importante para estar saludables. Además de mantener una dieta equilibrada podemos seguir otra serie de pautas que favorezcan el proceso digestivo:
- Beber agua abundante para mantenernos la hidratación y evitar el estreñimiento.
- Hacer ejercicio moderado, el simple hecho de caminar favorece la movilidad intestinal.
- No hacer comidas demasiado abundantes para evitar sobrecargar el sistema digestivo.
- Masticar bien los alimentos.
- Limitar la comida industrial que suele tener un exceso de sal y de grasas y las bebidas azucaradas.
- Cuanto más natural sea la forma en la que preparamos los alimentos, mejor podremos digerirlos.
- No olvidar consumir frutas y verduras en abundancia.