Las chufas son consideradas por los nutricionistas como unas fuentes de vitaminas y nutrientes con demostrados beneficios para el organismo humano. Por este motivo, se demanda por el consumidor este producto ecológico u orgánico.
¿Por qué la chufa de cultivo orgánico se incluye en una vida saludable?
Para garantizar un consumo, dentro de una vida saludable la chufa, se cultiva de manera ecológica:
- No recibe pesticidas, por lo que los cultivos y el producto final están libres de residuos tóxicos, como pesticidas, herbicidas o fertilizantes de origen sintético.
- Son cultivos que no están modificados genéticamente, como especies y variedades originarias de las zonas donde se producen de manera natural.
- Su cultivo respeta, estrictamente, la salud medioambiental. No solo la flora, sino también la fauna de la zona donde se cultiva. Para que esto sea así, se respetan los ciclos de cultivo naturales de las zonas tradicionales.
- Se realizan controles exhaustivos de calidad del producto reglamentados por la Unión Europea. Por lo que se garantiza la calidad de la chufa que llega al consumidor final.
- Forma parte del Comercio Justo, respetuoso con las condiciones de los trabajadores en todo el proceso.
Vida sana: ¿qué es la chufa de cultivo orgánico en conversión?
La chufa es un alimento que forma parte de la dieta y vida sana, aunque no toda ella es de origen orgánico, pues puede provenir de cultivos en conversión.
Esto significa que los cultivos de esta producción de chufa están en proceso de ser denominados ecológicos, pero todavía no están certificados oficialmente.
Para ello, hay que:
- Certificar la calidad del suelo, de la planta y del producto final.
- Determinar y certificar que, efectivamente, se realiza el cultivo sin pesticidas ni fertilizantes químicos durante dos años.
¿Qué es la chufa de cultivo orgánico en conversión?
La normativa sobre Producción Ecológica (Reglamento CE 889/2008) define el proceso de conversión como “transición de la agricultura no ecológica a la agricultura ecológica durante un período de tiempo determinado en el que se aplicarán las disposiciones relativas a la producción ecológica.”
En esta definición de conversión se pueden distinguir dos conceptos, el de conversión agronómica o biológica y el de conversión legal o reglamentaria. La conversión agronómica hace referencia al tiempo que el sistema agrario/ganadero necesita para que se restablezca la fertilidad de la tierra y el equilibrio de fauna y flora. Este periodo es muy variable y depende de la situación de partida.
Por otra parte, la conversión legal se refiere al tiempo de transición mínimo que se indica en la normativa vigente. Generalmente este periodo es más corto que el agronómico, aunque existen excepciones.
El papel de las inspecciones que realizan las certificadoras, es comprobar la recuperación del suelo y la progresiva desaparición de los residuos de fitosanitarios y fertilizantes no permitidos en producción ecológica, y poder garantizar a los consumidores, al final del proceso de conversión, un nivel de residuos insignificante en la tierra o cultivos.
OJO: Las chufas en conversión NO son chufas que puedan llevar el sello de producto orgánico, porque no lo son, están en proceso de serlo.
Por tanto, las chufas de cultivo orgánico garantizan la mejor calidad de producto, para una dieta y vida saludables, en el momento de su consumo.