¿Quién dijo que la chufa no se podía comer directamente como si se tratara de una fruta o golosina más? Hace ya algún tiempo que los avances tecnológicos han permitido tratar la chufa de forma que pueda ser “pelada” retirando la piel que la protege y disponiéndola para ser consumida directamente.
Gracias a esto podemos con muy poco disfrutar del sabor de la chufa de todas las maneras que queramos y sin invertir casi ningún tipo de esfuerzo en prepararla. Se puede aprovechar tanto para tomar solas como acompañadas de algún dulce como chocolate, siropes…
También es ideal para incluirla en tus platos, siendo una muy importante aportación para darle un toque dulce e intenso a tus comidas. Además, puedes encontrar multitud de recetas con chufa donde poder incorporarla, troceándola, rallándola… Su aspecto y textura es similar, estando su más apreciable diferencia en el color, ya que el típico marrón de la chufa con piel es sustituido por un blanco muy característico. Tan buenas son sus prestaciones para la cocina que uno de sus recursos habituales es la alta cocina, aunque vale tanto o más para los platos más caseros.
Elaboración 100% natural
Además, hay que recordar que el proceso para retirar la piel de las chufas no influye para nada en su calidad final, y sigue tratándose de un producto completamente natural en el que obtendrás todos los beneficios saludables del alimento, como su vitamina E o sus elementos antioxidantes.
Muchos más productos para combinar y disfrutar de la chufa
Si quieres aplicar a tus recetas la chufa, además de las peladas y las convencionales, tienes muchos otros productos como harinas, aceite de chufa o la siempre recurrente horchata que te pueden llevar ese sabor característico de distintas formas hasta el plato. Todos esos productos los puedes encontrar con Tigernuts, dispuestos para que te lleves lo mejor de la chufa en la forma y medida que necesites.
