Las chufas son unas grandes desconocidas. Al menos, en cuanto se refiere a los elementos nutritivos que las componen. Íntimamente ligadas a la elaboración de horchata, las chufas aún hoy permanecen en el imaginario popular relacionadas con la bebida azucarada y, por tanto, nadie les ha prestado la atención que, en realidad, merecen. Sin embargo, diversos estudios científicos han hallado en estos tubérculos todos los elementos y nutrientes que no deben faltar en el objetivo de seguir una vida saludable.
Por todo ello y más, a continuación, se establecen 7 de las características principales de las chufas, un súper alimento y principal aliado en las dietas encaminadas a llevar una vida sana y obtener el bienestar que tanto se ansía.
1. Alto contenido de fibra que mantiene tu cuerpo en forma
La composición química de la chufa deja patente la gran cantidad de fibra de la que se compone, claramente beneficiosa para mantener el sistema digestivo en condiciones. Ingerir fibra es el mejor aliado para terminar con los problemas de estreñimiento, ya que la fibra es un estimulante natural para evacuar de forma regular.
La fibra está presente en todas las dietas de adelgazamiento y se encuentra ampliamente en alimentos como las ciruelas, semillas de chía o harinas integrales. No obstante, está contrastado que los niveles de fibra hallados en las chufas son superiores a los de los alimentos descritos con anterioridad. Es por ello que la comercialización de estos tubérculos comienza ahora a ganar adeptos, ante la aparición de productos exclusivos, como la harina de chufa, que, aunque pudieran parecer novedosos, se elaboran desde tiempos muy antiguos. Es en la actualidad, ante la gran demanda de nuevos productos y sabores saludables, cuando la popularidad de la chufa comienza a extenderse en ambos extremos del planeta.
Entre las bondades de consumir fibra, aparte de las clásicas ya mencionadas, se encuentra la propiedad de saciar el apetito. No en vano, los efectos que se observan son directamente proporcionales: cuanto antes aparece el sentimiento de saciedad, mayores resultados se obtienen en los objetivos de pérdida de peso (para aquellos involucrados en dietas de reducción de volumen). Está comprobado que la fibra permanece durante más tiempo en el organismo de las personas y proporciona un alto nivel calórico. Este elemento es, además, un importante regulador de los niveles de glucosa en sangre.
2. La leche de chufa es un sustituto de la leche de vaca
Ideal y sana. La chufa, además de en harina (como se observa en el apartado anterior), también se presenta en forma de leche. Aparte de los tradicionales compuestos de vaca u oveja (los más consumidos (sobre todo, el primero)), en los últimos años, otros alimentos de origen vegetal, poco a poco, van ganando terreno a la leche tradicional. Se observó, en el caso de la soja, cómo su contenido de origen no animal captaba cada vez a más consumidores comprometidos con una alimentación sana y equilibrada. Tal ha sido su éxito que, en la actualidad, la leche de soja está absolutamente implantada en los expositores de los supermercados y se ha posicionado como un producto de alta calidad, para combatir, por ejemplo, los niveles de colesterol.
Actualmente, la chufa vive el mismo proceso por el que atravesó la soja, presentada en formato leche. Tanto es así que la leche de chufa ya se observa como el mejor sustituto de la de vaca u oveja, debido a su origen no animal y repleta de grasas 100 % saludables.
Rica en vitamina E y C, la chufa combate la hipertensión y el colesterol. Además, por ser un alimento de fácil digestión, está completamente indicado para los intolerantes a la lactosa y previene los problemas cardiovasculares. En esencia, qué duda cabe de que, durante los próximos años, la leche de chufa se reivindicará como la gran sustituta de la leche de vaca. Su composición química la hace todavía más sana.
3. Las chufas son una fuente de magnesio
El magnesio es responsable de más de 300 interacciones bioquímicas necesarias del organismo. De ahí la importancia de mantener el cuerpo con las dosis beneficiosas de este elemento esencial, para regularlo de manera adecuada y que viva sin incidencias. Tener el magnesio controlado proporciona grandes ventajas y, en lo que respecta a las chufas, hay que señalar que, 100 gramos de producto, aportan entre el 13 y 17% de lo que, diariamente, necesitan las personas, para mantenerse en niveles adecuados y saludables.
Para adherir el calcio a los huesos y, por tanto, combatir la osteoporosis y las caries, las chufas están proporcionando hoy todas las claves para mantener tanto una dentadura sana como una estructura ósea resistente ante los envites del paso del tiempo.
Una buena manera de mantenerse lleno de energía y fuerza es aportar diariamente al organismo la dosis de magnesio que le corresponde. El magnesio es ideal, junto con las proteínas, para desarrollar la musculatura, que, combinados todos elementos, permiten consolidar un cuerpo con aspecto tonificado.
Por supuesto, el magnesio está fuertemente relacionado con el cuidado del riñón, así como con la prevención de problemas menstruales (en las mujeres) y el mantenimiento del pH corporal, para evitar la aparición de dermatitis o infecciones micóticas.
Al encontrarse este elemento beneficioso en las chufas, su consumo se vuelve de especial interés para aquellas personas que desean mantener por prescripción médica niveles adecuados de calcio y potasio. Todo un súper alimento.
4. Las chufas proporcionan una buena cantidad de potasio
Controlar la presión arterial es una de las principales funciones del potasio. Y, en este sentido, la chufa, debido a la alta cantidad de este compuesto químico, ayuda a controlar la actividad eléctrica del corazón.
Si bien el plátano es la gran fuente de potasio, por excelencia, múltiples estudios han corroborado que las chufas proporcionan niveles, incluso, mayores de este electrólito tan necesario para el cuerpo humano. Para ser exactos, 25 chufas aportan la cantidad de 139 milígramos de potasio y, en proporción, superan a la fruta mencionada. Rompe esquemas, una vez más.
La ingestión de alimentos ricos en potasio está relacionada comúnmente con el correcto funcionamiento de las células del cuerpo humano y la salud de los órganos vitales. El potasio, por ser uno de los minerales esenciales, regula la cantidad de ácido-base y ayuda a repartir el agua por todo el cuerpo.
En cuanto a su actividad, con respecto a los carbohidratos, el potasio contribuye a que el cuerpo procese de manera óptima estos alimentos, que, en ocasiones, a pesar de ser una gran fuente de energía, pueden resultar pesados.
La carencia del potasio ocasiona en el organismo una diversa cantidad de disfunciones, tales como arritmia, debilidad muscular, fatiga, tensión baja o estreñimiento. Por tanto, nutrir el cuerpo de este mineral se convierte en una actividad esencial, para cumplir con los objetivos saludables que toda dieta equilibrada debe perseguir.
5. Conforman una fuente inagotable de proteínas de origen vegetal (no animal)
Las chufas, como se ha señalado, contienen un alto poder nutritivo. Sin embargo, al analizarse el origen de sus proteínas y observarse que, por su composición no animal, adquieren especial relevancia biológica, las chufas se convierten en un alimento redondo.
Conectarse a la madre tierra y relegar, por ejemplo, en dietas vegetarianas, el consumo de proteínas de origen animal tiene su recompensa, sobre todo, en lo que se refiere a los niveles de toxinas que van penetrando en el organismo y, poco a poco, deterioran su funcionamiento. A pesar de que una dieta sana y equilibrada que combine proteínas de origen vegetal con las de animal no conforma ningún elemento nocivo para la salud, lo cierto es que, para los más puristas, las chufas irrumpen con fuerza y son perfectamente compatibles en dietas que se nutran únicamente de vegetales.
El beneficio latente de las proteínas de origen vegetal es la menor incidencia de grasa y colesterol. Consumidas regularmente, las chufas son el antioxidante ideal y aliadas perfectas en dietas depurativas y de eliminación de toxinas (a base, principalmente, de fruta y verdura de hoja verde) que podrían servir para privar, ante todo, de alimentos de origen animal durante unos días.
El origen vegetal de sus proteínas está, en última instancia, alineado con todos los beneficios descritos en párrafos anteriores, como, por ejemplo, la regulación natural del sistema cardiovascular y reducción del riesgo de infarto o el correcto funcionamiento de la actividad celular que previene el riesgo de cáncer.
Por último, hay que señalar que los ricos aminoácidos que componen las chufas se encuentran en mayor cantidad que los estándares que la Organización Mundial de la Salud valida para otros alimentos.
6. La fibra dietética de las chufas puede ayudar a controlar la diabetes
Al hilo del primer beneficio, el gran aporte de fibra sana y equilibrada que proporcionan las chufas no eleva los niveles de glucosa en sangre y, por tanto, estos alimentos son excelentes para prevenir y combatir la diabetes.
Cabe destacar que millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad (diabetes de tipo 2) cuyos riesgos pueden desencadenar consecuencias fatales para la salud. Por tanto, mantener los niveles de azúcar en sangre de manera controlada, para evitar las famosas subidas o bajadas de azúcar, es, claramente, un objetivo a perseguir, aunque, para ello, haya que poner remedio a la obesidad, al sedentarismo, a la ingesta de alcohol, al tabaquismo o a la hipertensión arterial, responsables principales de desencadenar la diabetes.
En este sentido, las chufas pueden jugar un papel destacado, por su alto valor nutritivo y todas las bondades descritas. Además, las altas dosis de sacarosa y fibra que contienen han convertido a las chufas en grandes sustitutas de los hidratos de carbono que sí elevan el nivel del azúcar en sangre.
7. El aceite de chufa compite con el aceite de oliva en cuanto a propiedades
Efectivamente, el aceite de chufa no tiene nada que envidiar al tradicional aceite. Se observa que, a partir de procesar estos tubérculos, los alimentos son muy dispares, pero están llenos de poder saludable. Por sus altos niveles de ácido oleico (monoinsaturado), este líquido es perfecto para nutrir la piel y prepararla ante agresiones externas. Además, el aceite de chufa contiene los suficientes ácidos grasos poliinsaturados, para cubrir perfectamente las necesidades diarias del cuerpo humano.
Entre las propiedades terapéuticas del aceite de chufa, se encuentra, por ejemplo, la cura de eczemas o lesiones en la piel originadas por dermatofitos, así como la estimulación de la absorción de calcio, regeneración del tejido óseo o prevención de que se formen coágulos sanguíneos o arterioesclerosis, entre otras enfermedades.
Más allá de las propiedades terapéuticas que ofrece el aceite de chufa para la alimentación, la cosmética avanzada comienza a fijarse en este formato, para innovar con productos altamente tolerantes con los diferentes tipos de pieles, gracias a sus altas dosis de vitamina E, que previenen el envejecimiento.
La chufa: Un súper alimento
Por todo lo descrito, este producto reúne plenas características para convertirse en el mejor aliado de los ciudadanos en sus ansias por encontrar el equilibrio alimentario y fomentar una vida llena de hábitos saludables.
Comienza una nueva era para el consumo de chufas, cuyo conocimiento estaba, hasta hoy, fuertemente ligado a la fabricación de horchata. Este tubérculo, sin embargo, empieza a ganar terreno por cuenta propia y solo el tiempo hará que se le preste la atención que merece. Por sus propiedades nutritivas y ser fuente inagotable de elementos beneficiosos para la salud, por todo ello, falta menos de lo que parece. La innovación no cesa y la chufa ya se presenta en forma de aceite o harina altamente saludables. ¿De qué manera sorprenderá nuevamente este alimento?
Hay algun problema si se consume a las 48 horas de haberla procesado, aunque aparezca una especie de nata en la superficie.?
Entendemos que se refiere a la horchata. Siendo una horchata fresca con más de 48 horas nosotros no recomendaríamos su consumo.