Níger, enclavado en el corazón del Sahel, posiblemente el principal productor de chufas del mundo, enfrenta graves desafíos de inseguridad, inestabilidad política y crisis humanitaria. Sin embargo, Tigernuts asegura el suministro regular de la mercancía desde el inicio de la crisis. Así está la situación actual.
Como uno de los países más pobres del mundo, el Níger sufre ataques de grupos extremistas como Boko Haram y el Estado Islámico, conflictos intercomunitarios exacerbados por el cambio climático y las secuelas de un golpe de Estado en 2023 que provocaron el cierre de fronteras por parte de otros países de la CEDEAO (Comunidad de Estados de Africa del Oeste) con la intención de forzar al gobierno en el poder a devolver la soberanía a la Asamblea Nacional.
Esta situación obstaculiza gravemente la exportación de materias primas. La circulación de mercancías está afectada desde 2024, teniendo que mandar las chufas en camiones escoltados por el ejército en ciertos tramos (actualmente, estas escoltas siguen necesarias). Evidentemente esto ha provocado un incremento de costes que no estaban considerados en condiciones normales y que, en gran medida, se han soportado por parte de Tigernuts. Sin embargo, nuestro mandato es claro y por ese motivo trabajamos sin descanso para garantizar el suministro de chufas, pese a las dificultades continuas del transporte de las mercancías hacia los puertos de Golfo de Guinea (Cotonou, Lomé, Abidjan), vitales para la exportación.
Para el primer semestre de 2025, no se espera mejora del contexto, manteniendo la escolta militar en el tramo entre Dori y Kaya a la espera de que se abran las fronteras de Fottyango o Malanville.